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Samuel Hahnemann
Después de obtener el título de médico en 1779, instaló un consultorio. Hahnemann trabajó como médico y además escribía artículos y libros sobre medicina. En esos textos protestaba contra las prácticas médicas aberrantes de su época, sobre todo contra las sangrías, las purgas y las dosis drásticas de medicamentos que perjudicaban e intoxicaban a los pacientes, con efectos secundarios espantosos. Hahnemann se sintió cada vez más decepcionado por ello y entonces abandonó 1a profesión de médico para trabajar como traductor.
En 1790, mientras traducía un Tratado de Materia Médica del Dr. William Cullen, Hahnemann leyó un fragmento acerca de la quina, o cinchona, que le llamó poderosamente la atención. En su libro, Cullen afirmaba que la Quina o Cinchona era un excelente tratamiento para la malaria debido a sus propiedades astringentes. Hahnemann pensó que esto no tenía sentido ya que, como químico, era consciente de que existían otros astringentes mucho más poderosos que no producían absolutamente ningún efecto en la malaria. Decidió seguir investigando. Durante varios días tomó dracmas de buena cinchona y tomó nota detallada de todo lo ocurrido en su organismo. Para su sorpresa, presentó uno a uno los síntomas de la malaria, a pesar del hecho de que no padecía realmente la enfermedad. Los síntomas se repetían cada vez que tomaba una dosis de quinina, y se prolongaban durante varias horas. Si no la ingería, no presentaba síntomas. Se preguntó si sería ese el motivo por el cual la malaria también se curaba con quinina. Para comprobar su teoría, repitió las dosis de quinina - que llamó pruebas - en personas a las que conocía bien, y volvió a anotar las reacciones detalladamente. Luego repitió el proceso utilizando otras sustancias que se utilizaban como medicamentos, como el arsénico y la belladona. Las pruebas se llevaron a cabo en condiciones estrictas y a quienes se sometían a ellas no se les permitía comer ni beber nada que pudiera confundir los resultados, como el alcohol, el té, el café y alimentos salados o condimentados.
Hahnemann descubrió que las respuestas de estas personas variaban; algunas mostraban algunos síntomas suaves en respuesta a la sustancia, mientras otras experimentaban reacciones enérgicas con una variedad de síntomas. Denominó síntomas de primera línea o síntomas clave a aquellos que aparecían con más frecuencia ante cada sustancia. Los síntomas de segunda línea eran menos comunes y los de tercera línea eran poco frecuentes o idiosincrásicos. La combinación de síntomas conformó un ‘cuadro de medicamentos” para cada sustancia probada. Hahnemann siguió llevando a cabo sus experimentos y pruebas y analizando una amplia gama de fuentes naturales. Había redescubierto el principio según el cual "lo similar puede curar lo similar”, "similia similibus curantur” y de sus investigaciones derivaría el establecimiento de una nueva Medicina: la homeopatía.
Estas ideas fueron objeto de controversias y enemistades por parte de médicos y boticarios tradicionales (estos últimos por preparar Hahnemann sus remedios) lo que le obligaron a emigrar, primero a Dinamarca y luego a Francia, pasando en Paris los últimos años de su vida.
Sus ideas quedan recogidas en su "Organon de la medicina” en sus seis ediciones, la última de las cuales vió la luz en 1920y que es la que editamos, sobre la última corrección del autor antes de morir.
Samuel Hahnemann es considerado como el padre de la homeopatía aunque fué su hijo Frederick el que impulsó el desarrollo de las prácticas homeopáticas. Hoy día, la mayoría de los médicos clínicos rechazan categóricamente el sistema por considerarlo carente de rigor científico. Pese a ello, existen médicos homeópatas que gozan de un cierto prestigio (sobre todo en Alemania y Francia) y los remedios homeopáticos son aceptados como una posibilidad terapeútica al lado de las medicinas tradicionales y de las plantas.